Para empezar esta entrada lo primero que quiero hacer es aclarar que es el periodo de adaptación: "El periodo de adaptación es un proceso mediante el cual el niño va elaborando, desde el punto de vista sentimental, la pérdida y ganancia que supone separarse de su entorno familiar, hasta llegar voluntariamente a una aceptación interna de la nueva situación"
Una vez conocido que es, ahora os quiero hablar como se puede hacer un modelo de adaptación.
Se plantea un periodo de adaptación que favorezca y enriquezca de forma positiva al profesorado, al alumnado y a las familias. Siempre respectando el ritmo de cada alumno.
Partiendo desde el principio de escuela abierta, la colaboración de las familias es fundamental y clave para el desarrollo del mismo, es por ello que creemos que es importante dar la posibilidad a las familias de acompañar a sus hijas e hijos en el entorno de la escuela en los primeros días.
Se plantea un periodo de adaptación que favorezca y enriquezca de forma positiva al profesorado, al alumnado y a las familias. Siempre respectando el ritmo de cada alumno.
Partiendo desde el principio de escuela abierta, la colaboración de las familias es fundamental y clave para el desarrollo del mismo, es por ello que creemos que es importante dar la posibilidad a las familias de acompañar a sus hijas e hijos en el entorno de la escuela en los primeros días.
El ingreso al centro supone un importante cambio: Implica la salida del entorno familiar, donde las niñas y niños ocupan un papel determinado, con una forma concreta de comunicarse y con un espacio que conoce, que le da seguridad y protección o implica la salida de la escuela infantil que es otro entorno conocido y de seguridad.
Todo esto va a alternar, su mundo de relaciones va a ampliarse, conociendo nuevas personas con las que entrará en relación en un desconocido espacio: la escuela. Este será un paso muy importante en su vida, aunque al principio la separación para algunos resultará costosa, lo irán asimilando y madurando. De esta manera, se incrementará su autonomía personal y su grado de socialización, además de ser un proceso necesario para aprender que los cambios no tienen por qué ser negativos.
Las niñas y los niños experimentan cambios en las áreas de: alimentación, sueño y rutinas. Los hábitos que se establecen en el centro les ayudan en su organización del tiempo, del espacio, de las actividades; asimismo como a relacionarse con sus iguales y con las personas adultas del centro.
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