Consejos Prácticos para el Periodo de Adaptación
A continuación os ofrecemos, unos consejos para este período:
Una semana antes de empezar en la escuela es conveniente ir ajustando los horarios a la rutina que tendrá: acostarse más temprano, los horarios de las comidas, etc. Es muy importante que cuidemos el descanso, ya que las primeras semanas son agotadoras, tanto a nivel físico como a nivel emocional.
En la medida de vuestras posibilidades, es conveniente que los primeros días intentéis estar en la salida y entrada al centro: eso dará seguridad y se acostumbrará antes al cambio.
Debemos evitar el chantaje afectivo de “no llores que mamá se va triste”, o la mentira “no llores que papá viene ahora”. Esto puede ser perjudicial para los niños, ya que se quedaran con aquello que le hemos dicho y no se sentirán bien en el centro, esperando a que ocurra aquello que le habéis dicho.
Cuando sea la hora de marchar es mejor no alargar la situación, decir adiós con seguridad y alegría. Es importante que no piense que la marcha de la familia es opcional o que si protesta con fuerza impedirá la partida.
Las dos primeras semanas, quien lo necesite, podrá traer un objeto de apego, algo que le sea familiar y le mantenga unido con su hogar.
No es un buen momento para introducir más cambios en sus vidas (quitar pañales nocturnos, cambio de habitación…). Será conveniente esperar a que supere el proceso de adaptación. Una vez que pase el periodo de adaptación podremos comenzar con estos cambios. Pero siempre atendiendo a las necesidades de ellos.
Evitar al recogerle frases como “ay, pobrecito, que le hemos dejado solito”, “¿qué te han hecho?”
Puede que en el reencuentro con la familia llore o muestre indiferencia, éstas son algunas manifestaciones, ya que experimenta sentimientos ambivalentes y contradictorios.
Es posible que en algún caso, surjan pequeñas dificultades, no os alarméis, solo está adaptándose a su ritmo y el equipo estamos para acompañaros.
Ese pequeño desequilibrio del inicio del curso debe contemplarse desde una actitud serena de normalidad.
Confiad en el equipo de docentes y demás personal de la escuela, ya que estaremos trabajando por y para vuestras hijas e hijos.
No dudéis en ningún momento en acudir a la tutora para consultar cualquier duda o compartir aquello que os preocupa.