✏️ Introducción:
El enfoque Reggio Emilia nació en una pequeña ciudad del norte de Italia, después de la Segunda Guerra Mundial, gracias a la visión del pedagogo Loris Malaguzzi. Esta filosofía educativa ve al niño como curioso, capaz y protagonista de su propio aprendizaje.
🌱 ¿En qué consiste?
Reggio Emilia no es una metodología cerrada, sino un enfoque flexible que se adapta a los intereses y potencial de cada grupo de niños. Parte de la idea de que los niños aprenden explorando el mundo que los rodea, interactuando con su entorno, sus compañeros y los adultos.
🧩 Principios fundamentales:
- El niño como protagonista: El aprendizaje nace de las preguntas e intereses de los niños.
- El ambiente como tercer educador: Los espacios son estéticos, organizados y llenos de materiales naturales y provocadores.
- La documentación del aprendizaje: Se registran los procesos (no solo los resultados) mediante fotos, textos y dibujos.
- El rol del adulto: El educador es un guía y observador que co-construye el conocimiento junto con el niño.
- La importancia del arte: Se valora el uso de múltiples lenguajes para expresar el pensamiento (el llamado “los cien lenguajes del niño”).
🎨 Ejemplo práctico:
Si un grupo de niños muestra interés por las hojas secas del parque, el educador puede iniciar un proyecto sobre el otoño. Los niños observan, dibujan, clasifican, hacen collages y conversan sobre sus hallazgos. El proceso se documenta con fotografías y reflexiones.
🌟 Beneficios:
- Fomenta la creatividad y la expresión personal.
- Desarrolla el pensamiento crítico y el sentido de investigación.
- Refuerza la colaboración y el respeto a la diversidad de ideas.
📌 Frase inspiradora:
“El niño tiene cien lenguajes, cien maneras de pensar, de jugar y de hablar.” – Loris Malaguzzi
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